14/6/08

Instinto


Instinto
Cap.- II



Jugueteaba con sus pequeños pies, los cuales colgaban desde su asiento. El suelo se veía inalcanzable desde sus ojos castaños y las ansias parecían no desaparecer en su reducido estomago. Deseaba tanto salir de aquel lugar tan raro, lleno de personas que no paraban de correr de un lado para otro sonriendo sin importar que sus manos estuviesen llenas de cajas y carpetas. Ignorando el echo de que sus miradas se centraban solo en él... Sabia que su padre era importante en aquel lugar, era un niño inteligente y audaz, pero eso no les daba razones a todas esas personas para atemorizarlo con esas miradas acosadoras -Mami- inquirió por debajo de su cabello naranja mientras mantenía su cabeza baja viendo sus tenis Rojos.

-Que niño tan lindo- indico una voz femenina por delante del pequeño -¿Eres el hijo de Ash?- la mujer se acerco con cautela, bajo su cuerpo para estar a la altura del infante y quito un poco de cabello naranja de su frente -Vaya eres la viva imagen de él, si no fuese por tu cabello diría que eres el gemelo de Ash- su mano derecha se deposito enzima de la cabeza de el pequeño y comenzó a remover todos sus cabellos cobrizos. El niño se estremeció en su lugar, odiaba que las personas desconocidas jugaran con su cabello. Le aterraba el hecho de que alguien ajeno a su mundo apareciera de repente y se tomara la molestia de pellizcarle las mejillas o alborotar su despeinados mechones.

-No me gusta- susurro él. Su voz desvaneciente era incapaz de ser escuchada por la mujer que continuaba despeinándolo, pero debía soportarlo... Debía hacerlo por su madre....

"Se un buen niño"


Alzo su cabeza con valentía. Aparto un par de mechones de sus ojos y miro a la chica que le estaba haciendo pasar un mal momento. Sus cabellos verdosos llamaron su atención inocente, su piel morocha lo hizo sobresaltarse y su estatura le produjo un gran escalofrió -Es verde- inquirió el pequeño niño tan inocente como cualquier otro

-¿Que dices?- la muchacha retiro su mano de él, colocándola bajo su mentón -Hablas de mi cabello- peino con esmero sus largos cabellos verdosos y acomodo la diadema que decoraba su melena

-¡Es verde!- el semblante del pequeño cambio radicalmente. Su rostro preocupado dio paso a una gran sonrisa que lentamente se dibujaba en sus labios, olvidando por completo el horrible sentimiento de incomodidad que antes le traía aquella chica -Igual que tío Tracy-

-¿Tracy? ¿Hablas del Chico que dibuja como Dios?- los ojos del pequeño seguían brillando con mucha ilusión -Bueno debo decirte que su cabello no es natural, a comparación del mió que ni siquiera se nota- indico la extraña antes de pasar su mano por su cabello lacio -¿Verdad que soy bella?-

El infante paro de su asiento y la miro de pies a cabeza. Pensó un breve instante en la pregunta anterior y golpeo su pequeño puno en su mano extendida, indicándo que tenia una respuesta concreta para su anterior pregunta -Mami es mas bonita- sonrió él con inocencia ante su buena contestación

La muchacha volvió a su postura normal ante aquel comentario. Miro con irritación al pequeño que no paraba de sonreírle y volvió a colocar su mano sobre su cabeza -No cabe duda de que eres el hijo de Ash-

-Me llamo Mar- inquirió, su nombre erróneamente.

-No me digas... Es un extraño nombre para un humano ¿No crees?-

-Mama dice que es lindo-

-Bueno espero que cuando seas grande las chicas no te digan que quieren sorfear en tu océano o sacar las conchitas de tu arena- la Peliverde soltó una pequeña carcajada ante su vocabulario no apto para menores de edad. Retiro su mano de entre los cabellos pelirrojos del pequeño Océano y volvió a inclinarse para quedar a su altura -Olvida lo que dije ¿Quieres?- sonrió maliciosamente ante su propia petición -Yo me llamo Duplica, gusto en conocerte pequeño Océano-

-Me llamo Mar- expreso el niño de ojos achocolatados algo molesto por no comprender nada de lo que la extraña decía

-Claro, claro. Y dime una cosa, ¿has venido solo?-

-Nop-

-¿Y quien te acompaña?-

La delgada mano del menor señalo hacia su costado, donde se encontraba una gran ventana de cristal y dentro de ella, una señora de tez blanca y mirada protectora, divisaba de cerca la divertida escena de ambos -Abuelita-

Duplica sintió el suelo temblar ante los ojos que la examinaban. Acomodo su falda del uniforme de la oficina y ajusto el cabello del pequeño intentando copiar el peinado que antes portaba -No le digas abuelita que hablamos sobre las conchitas- sus manos femeninas hicieron magia sobre la cabeza del pequeño "Agua Salada". Suspiro ante su propia obra maestra y acaricio una mejilla de él -Bueno pequeño, gusto en conocerte, pero ahora debo irme-

-Juega conmigo- le rogó el niño a la muchacha de cabello verdoso.

-No puedo, debo ir a trabajar-

-Por favor- Su suplica era demasiado tierna, con un toque de melancolía e inocencia combinadas. Algo que a muchas personas de corazón puro les llegaba hasta el alma, pero Duplica era fuerte para aquel tipo de situaciones

-Te digo que no puedo pequeño Ocean-

-Por favor- volvió a pedir con más drama en sus palabras y brillo en su mirada

Duplica perdía la lucha ante aquella ola de sentimientos mezclados, quizás ella no era tan fuerte como imaginaba o simplemente aquel pequeño tenia algo que nadie podía negarse a cooperar con él-No... Es que yo...-

-Por...favor-

-Rayos- murmuro resignada y agotada ante la lucha -¿Te dije que eras la viva imagen de Ashyboy?-

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