Pasiones Ocultas VII

Ash selló la puerta de su convertible azul con un gran golpe al costado de su codo izquierdo. Suspiro, inhalando y exhalando grandes cantidades del aire acondicionado en su vehículo.

Estaba indignado por la revelación que ella había expresado tan calmada anteriormente; Además le molestaba demasiado que Misty lo dejara a un lado y odiaba a un mas el comportamiento meloso de Brock hacia ella, sabiendo que sus debilidades femeninas habia cresido con el pasar del tiempo -Siempre es tan pegajoso con ella- decía mientras apretaba sus dientes y arqueaba su ceja negra. -Misty es demasiado inocente- coloco las llaves de su coche en el encendedor y quito el freno de mano -Yo como su amigo que soy, debería hacer algo al respecto- el sonido del motor se escucho dentro de la larga cajuela reluciente.

-Ey espera- grito la Líder mientras comprobaba que la puerta se encontraba segura.

Se dirigía hacia él con paso firme, su cabello le llegaba hasta por debajo de sus hombros y la ropa masculina de él bailaba sobre su delgado cuerpo

Ash la miraba detalladamente, su piel clara, el cabello pelirrojo y aquellos ojos verdes... volvían a encender la sangre en sus venas tal y como la noche anterior

-Tardaste demasiado- Él rió dentro de sí y froto sus ojos almendrados. Tan solo era un pequeño desliz.... Nada que temer

-Después del desayuno me dejaste usar la ducha ¿Recuerdas?-

-Es lo mismo, tardaste demasiado en ducharte-

-Sabes que limpio después de usar el cuarto de baño-

- Si lo sé-

Ella suspiro cansada -Ahora solo quisiera llegar con Brock-

-¿Por qué Tanta urgencia?-

-Sabes que él suele preocuparse por sus amigos y no quiero que se incomode por mi culpa-

Ash coloco la reversa de su convertible y maniobro un poco el volante -Sabes que yo también me preocupo por mis amigos?- inquirió molesto por el comentario indirecto de la chica copiloto -Debiste acudir a mi-

Ella solo se retorció en su asiento. Acomodó el cinturón de seguridad alrededor de su pecho y lo aseguro contra la pequeña pinza de metal -No quería incomodarlos- sus ojos verdes se centraron en las líneas blancas de la calle transitada. Plancho la camisa masculina prestada y tomo su valor guardado -A Dawn y a ti-

Su corazón palpito rápido al escuchar aquello. Trago saliva y acomodo el espejo retrovisor -¿Brock te lo dijo?- la voz le tembló dentro de su garganta y bajo la velocidad de su auto

-Estuve en la fiesta Ash. Eran tan obvios-

-¿Estuviste esa noche?-El primer semáforo en rojo llego a ellos.-Pensé que no habías llegado- Quizás ella lo sabia... Aquel secreto tan vergonzoso y extraño, incapaz de recordar el rostro de la persona que había arruinado su vida normal...

Misty desvió la mirada hacia su ventana. Bajó el vidrio automático con su largo dedo índice y calmo sus nervios -Mis hermanas me maquillaron y perfumaron hasta la muerte- indicó calmada para dispersar sus dudas hacia algún recuerdo que él pudiera tener de ella -No es mi culpa haber llegado al final de todo- recalcó las últimas cuatro palabras para no dejar incógnitas mal elaboradas o romper el rol normal que la chica misma había formado

El semáforo volvió a tornar verde -Eso no importa ahora-

-¿Porque tienes esa típica sonrisa triunfadora?-

-No lo recuerdas?-

-No-

-Prometiste organizar una gran fiesta para mí-

-Oh, no me digas que lo dije en medio de mi ahogo- Misty se retorció en su asiento y cambio su posición -No puedo creerlo- grito mientras lo miraba con sus grandes ojos verdes. La horrible tensión que antes se sentía en el ambiente había sido destruida por la inmadurez de ambos como en sus viajes de historia

-Fue una promesa Misty, debes cumplirla- dijo el divertido por el berrinche de su amiga -Una cosa más- le indico cruzando miradas

-Ahora que-

-Quisiera, que se llevara a cabo en tu Gimnasio-

-Y eso porque-

-Es solo que quiero recordar viejos tiempos-

-A veces eres tan extraño- sus ojos verdes volvieron al frente del camino. Cruzo sus brazos por encima de su vientre y arrugo su nariz dulcemente -Pero- hizo una pausa larga aumentando la curiosidad del maestro -Cumpliré mi palabra-

-Es genial- Ash doblo el volante hacia su derecha.... No podía dejar de sonreír debido a los gestos de su compañera. Su apariencia era lo único que había cambiado en ella. El carácter maduro e inocente que recordaba seguía intacto; sus gestos graciosos al enojarse, la arruga de su nariz al hacer puchero y ese despreocupado modo de decir "no me interesa lo que pienses de mi" -Ahora como recompensa te llevare a visitar a un viejo amigo- él se incorporo en su asiento y presiono fuerte el acelerador -Se que estará contento de verte-

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Pasiones Ocultas IV

Sus ojos se abrieron al contacto con la luz externa de la habitación. Estiro su cuerpo hasta el tope de sus huesos y bostezó algunas veces liberando “Así” la tensión retenida.

Masajeo su cien con recelo, estaba confundida, perpleja y algo asustada. Todo le daba vueltas y su estomago se encontraba completamente agitado.

El sol se asomaba por las rendijas de la gran ventana gris que se depositaba a su costado, su cabello era un total desastre y su ropa no era lo mejor de ella en aquel momento. El ambiente había cambiado por completo. La habitación le parecía extraña pero a la vez familiar... -¿Dormiste bien?- un olor mezclado de shampoo, jabón y desodorante masculino inundó su atmósfera. La puerta del baño se encontraba entre abierta; y junto a ella, su viejo amigo de la infancia, él cual la observaba desde su posición en silencio -¿Dormiste bien Misty?- recalcó la pregunta y avanzo unos cuantos pasos hacia su lugar.

Ella solo asentó confundida por la situación. Cubrió su hombros con la sabana blanca y escondió su rostro tras sus cabellos pelirrojos "No de nuevo" pensó ante la vergüenza de sus mejillas.

-Debe dolerte mucho- inquirió él, sonriendo largamente -Tengo algo preparado, así que baja y platiquemos un poco-

Misty volvió a afirmar con sus grandes ojos verdes... Lo vio avanzar hacia la única puerta existente y forzó algún recuerdo fugaz

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Un calido aroma a sopa caliente se deposito en sus fosas nasales. Parpadeo un par de veces algo confusa y sorprendida mientras examinaba su plato servido -Pruébala, te sentirás mejor-

Sus fuerzas feministas, se habían esfumado por completo. Ahora lo único que podía hacer era afirmar o contestar positivamente. Su voluntad se había quedado en el olvido junto con su dignidad -...- Suspiro resignada ante su derrota interna. Tomo su cubierto plateado y lo hundió en el liquido caliente de su plato hondo. Besó su cuchara con la punta de sus labios rosas, tratando de no quemar su piel y su lengua...

-¿Que tal?-

Ella ignoro aquella pregunta. Tomo las últimas fuerzas que le quedaban en sus venas y dejo su cubierto al costado de su plato hondo -Dime- Musitó asustada y avergonzada a la vez -Lo que sucedió anoche-

-¿A que te refieres?-

-No evadas el tema con preguntas Ash- Bajó su rostro ante su propio bochorno. Sus cabellos pelirrojos cubrían la mayor parte de su delicada frente y sus dedos se encajaban en sus largas piernas -Solo recuerdo la mitad de la noche- el tono de su voz subió radicalmente, la chica débil que se había formado antes, estaba desapareciendo debido al despertar de su gran ego -¿Como llegue a tu habitación?-

-¿Por que la pregunta?- para Ash aquel viejo carácter de "chica fuerte" no le resultaba un gran problema. Se encontraba feliz, fresco y altanero simplemente porque sabía que controlaba increíblemente la situación

-Yo... Yy..oo- Misty titubeo ante su madurez y se silenció por un breve momento. No sabía como comenzar ni tampoco como terminar. Estaba completamente fuera de si y eso la aterraba -Solo recuerdo, haberme quedado dormida en el sillón de la sala-

-Entonces... ¿Recuerdas lo demás?-

Ella alzo su mirada hacia él. Jugueteó un poco con sus delgados dedos y desvió sus pupilas al costado de su hombro derecho -Eso creo-

-¿Recuerdas lo que me dijiste?-

-No recuerdo las palabras que utilice y lo que tu contestaste. Solo recuerdo un poco la escena-

-Oh- ahora era él el que se silenciaba. Sus gestos varoniles se encontraban inexpresivos y algo cortantes... como si, quisiera encontrar una respuesta a una pregunta que nunca fue formulada -Entonces- continuó, tratando de llegar al tema mas importante -Puedo preguntar, en que hotel te hospedas-

-¿Siempre tienes que cambiar tan radicalmente de tema?-

-La respuesta tiene mucho que ver con el increíble cambio de lugar que tuviste-

Por primera vez, le parecía graciosa la incoherencia de aquella boca varonil. Río por debajo de sus cabellos pelirrojos y se incorporo delante de él. Alzó su vista mientras se apartaban sus mechones de su rostro y recargo sus codos en la mesa. -No me quedo en ningún hotel de la ciudad- pronuncio divertida ante los gestos de sorpresa de su amigo

-¿Quizás... Un Motel?-

-No-

-Una Pozada-

-No-

-Un centro Pokemon-

-No-

-... Una cabaña abandonada...-

-¿Estas loco?-

-Solo perdí un poco mi toque-

-No es lo único que perdiste en estos años-

-¿A que te refieres?-

-Solo digo, que has cambiado demasiado-

Ash cruzo sus brazos... Recargo su espalda gruesa en el respaldo de su silla de madera y pensó un poco en las múltiples razones de aquel comentario. -No- indicó con su ceja fruncida -No encuentro ningún cambio en mi- él se limito a sonreír y a postrar sus brazos detrás de su nuca -Sigo siendo tan guapo como siempre-

Ella entendió el punto al que él quería llegar. Volvió a tomar entre sus manos su cubierto plateado y lo hundió nuevamente en su recipiente. Beso por segunda vez aquella cuchara y sonrió tiernamente después de probar -Me quedo con Brock-

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Sumari de mi Regalo para Sumi-Chan
Dulce, Dulce Amor

Ash volvió a besarla con intensidad mientras apretaba su delgado cuerpo junto al suyo. Su cabello negro se mezclaba con el pelirrojo de ella, mientras la presión aumentaba. Hacia tiempo que Misty había aprendido a controlar aquellas situaciones, nada pasaba de un simple beso apasionado o unas simples caricias juguetonas. La atracción de ambos se volvía irresistible y aunque la chica ocultaba bien sus sentimientos, Ash no se conformaba con tan solo mirarla pasar o practicar alguna otra actividad... Él la deseaba con todas sus fuerzas, ella era la única persona que en verdad lo comprendía y entendía su odio hacia si mismo. Las diferencias de gustos encabezaban el último número de la lista... Quizás el único problema para concretar su relación estaba muy lejos de solucionarse o muy cerca por descubrirse. Pero eso no le importaba en aquel momento.

Disfrutaba cada rose de su mano en la tersa piel del cuerpo femenino que aprisionaba. Misty era suave y su piel pálida se comparaba con la elegancia de la ceda. Sus líneas curveadas cubrían su cintura y sus pechos perfectos adornaban el interior de su camisa ancha. Gemidos se escapaban de sus labios cada vez que la fría mano de su intersector recorría aquellas partes privadas.

El momento de retomar el aire llego para ambos. Sus frentes juntas y sus cuerpos pegados indicaban que su actividad todavía no terminaría así de fácil. Se encontraban sobre la pared de la habitación de él, las ventanas semi-cerradas indicaban que en el mundo real todavía era de día. Una bandeja solitaria de comida completaba la certeza de que era medio día, un ambiente tranquilo les daba la señal de que los demás habitantes no se encontraban y el silencio corroboraba lo anterior.

Ambos se miraron fijamente. Apartaron sus labios uno del otro y respiraron el mismo aire sus pulmones -Debo irme- musitó la Líder cerca de aquel oído moreno -Llegaran en cualquier momento-

-¿Volverás?-

-Sabes que siempre regreso-

-Enfermare de nuevo si desapareces-

-Volveré-