21/10/07

5-12 (V)



Cap. V


DATOS: una parte de este Cap esta sacado de la película "Las 10 cosas que odio de ti" ......Odio como me hablas Y tú forma de conducir.Odio tu corte de cabello Y lo que llegue a sentir.Odio tus espantosas botas Y que me conozcas bien.Te odio hasta vomitar Que bien va a rimarOdio que sepas pensar Y que me hagas reír.Odio que me hagas sufrir Y odio que me hagas llorar.Odio tanto estar sola Que no hayas llamado aun,Pero más odio que no te pueda odiarAunque estés tan loco,Ni siquiera un poco Lo he de intentar.

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La lluvia impedía que su día progresara normalmente, se sentía tan abatida y preocupada que olvidaba a los pequeños animales marinos que necesitaban de su ayuda. Camino lentamente hacia su sillón azul y tomo una libreta blanca entre sus manos. No sabía como comenzar... Deseaba agradecerle al chico del 5-12 sus servicios... Nunca se había atrevido a hacer una carta, acostumbraba a decir lo que tenia que decir frente a frente con cualquier persona, pero en esta ocasión algo se lo impedía...


Para: El vecino del 5-12

- Es increíble que no recuerde su nombre- Mordió su lápiz nerviosa. Las únicas cartas que recordaba, eran las notas que solía hacer circular por su salón en el Instituto.


Me he percatado de que eres muy bueno con migo
Y se que mis modales no ha sido muy buenos

Las palabras no podían salir, escribía cosas incoherentes a su vista. Todo lo que su cerebro le daba eran ideas sin sentido. Rompió la hoja donde anteriormente grabo dos pequeños renglones y comenzó de nuevo. El sonido del lápiz rozando la hoja blanca impedía que la concentración entrara a su cabeza.


Para: Sah Kevin

-No puedo creer! que no recuerde su nombre!- otra hoja volvió a ser desprendida de su lugar. La carta era una meta para Misty, ahora no solo se trataba de ser cortes o buena vecina, ella debía hacer una carta maravillosa donde plantara su sentimiento de agradecimiento -Puedo hacerlo-


Se que cuando leas esta carta no comprenderás alguna de mis palabras
Y te entiendo, ni yo misma se porque estoy haciendo esto. Te odio tanto
Que no puedo dejar de escribir lo que mi corazón me dicta. Odio
Cuando me sonríes... Odio cuando me ayudas.... Odio cuando hablas...
Odio los momentos en el ascensor contigo, pero lo que mas Odio de ti
Son tus hermosos ojos cafés. Tu apariencia elegante y varonil... Tu
Hermoso físico y esa sensación que me causas cuando te acercas.
Odio tu oficio... Odio necesitarte y Odio... Odiarte

Cerró la libreta al terminar de desahogar sus impulsos. Le paresia una buena carta, plasmaba completamente sus sentimientos y garantizaba una oleada de preguntas. -Algún día se la daré- Paro de su lugar y acomodo la libreta sobre la pila de papeles que debía leer mientras el caso de su "Acuario" seguía. La carta no se la podía entregar en ese momento. Todavía faltaban muchas cosas por aclarar. Tal vez ese sentimiento lo estaba mal interpretando.... y.... eso era normal en ella, su corazón era como el edificio donde vivía... Lleno de habitaciones... Las aventuras de una chica se castigaban mas que la de los hombres y eso la enfurecía, el machismo se estaba interponiendo entre su vida amorosa. Sus anteriores parejas eran las piedras con las que tuvo que tropezar... Sabía que por culpa de sus hormonas no podría tener una relación normal y estable. La Inspiración volvió a su cabeza y tomo de nuevo la libreta blanca y el lápiz amarillo. Camino hacia la ventana y comenzó a escribir en una nueva hoja


Mi vida ha estado llena de errores y no puedo ocultarlos
Se que has escuchado muchas cosas horribles sobre mi y no
Creas que la gente miente. Soy demasiado rebelde y malcriada...
Soy como un ave que vuela sobre el océano, no tengo rumbo y no
Me canso de volar, se que esto suena demasiado cursi pero... Necesito
Escribirlo... El primer día que te vi, pensé en saludarte y ser cortes
Pero algo en mi me lo impido. La segunda vez fue extraña. Arruinaste mi
Programa favorito con tu mueble en el ascensor.
No puedo explicar la sensación Que expulsaste en mí...
No puedo disimular el coraje que me causaste...
Pero si Puedo escribir lo que me hiciste sentir...
Te Odio tanto...

Remarco el último punto y volvió a cerrar la libreta. La coloco en su mesa de bienvenida y camino hacia su cocina. Estaba tan aliviada. Nunca se imagino que "escribir" fuera una salida fácil a sus problemas. Con solo rozar el lápiz en una hoja sus sentimientos podían ser expulsados completamente. No necesitaba pensar en palabras coherentes o frases extraordinarias. Sus manos eran su vehículo para comunicarse. Se sentía tan bien... El desahogo la envolvía como una sabana de seda... Su nudo en la garganta desaparecía permitiéndose un momento de paz... No se podía preocupar por ponerse nerviosa o balbucear. Su único deber era plasmar en la hoja sus sentimientos intentando expulsar todo lo que la aprisionaba. -Ahora se Por que la escritora de Harry Potter tiene tanto éxito- Bromeo mientras llenaba su cafetera con un poco de agua. Estaba tan feliz y se sentía tan bien que nada de lo que pasara en ese día podía arruinar su gran descubrimiento.

Meneo su liquido negro con una pequeña cuchara plateada y se dirigió hacia la sala donde anteriormente escribía. Encendió el televisor y sintonizo su programa favorito... Esa serie que tanto le gustaba... No sabía por que razón le atraían ese tipo de historias pero le permitían relajarse cuando empezaban. El tiempo ahora no era su mayor problema. La lluvia seguía regando agua y las luces de los relámpagos alumbraban de vez en cuando la oscuridad que las nubes negras propiciaban. El programa apenas empezaba, la melodía que avisaba el comienzo de la serie inundaba el apartamento de la pelirroja que se acomodaba en su sillón. Soplo el vapor que su taza desprendía y sorbió un poco de su preciado líquido. Recargo su delgada espalda sobre el respaldo de su sillón y relajo sus músculos en los colchones del mueble.

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El agua lo agarro desprevenido, apenas había salido de su oficina cunado las gruesas gotas de agua inundaron su ambiente. Se encontraba mojado y enojado. Su día no había sido el mejor. Pensaba en su pobre mascota. Su apartamento todavía no estaba bien acondicionado y las cajas que faltaban de acomodar estaban cerca de la ventana que recordaba no haber cerrado antes de salir de su Apartamento. Acelero al sentir la brisa del agua entrar por un pequeño espacio en su ventana izquierda y apretó el volante con fuerza. Su corbata descansaba al costado del asiento trasero y su saco lo acompañaba como copiloto. Estacionó su auto rojo, en frente de la entrada de su edificio y se permitió mojarse un poco más. No le importaba que su camisa blanca pusiera al descubierto sus grandes músculos y que su pelo negro cayera sobre su frente graciosamente. Apretó con fuerza el botón del ascensor y espero ansioso el timbre que avisaba de su llegada. Su amada mascota debía estar asustada, sus cajas llenas de agua y sus papeles importantes regados por todo su Apartamento -Vamos!!- gruño al ver el piso donde el elevador se encontraba y decidió dejar de esperar. Se dirigió hacia las escaleras. Subió rápidamente dando grandes saltos, tratando de no resbalar. Sus pisadas mojadas y su pantalón cubierto de agua impedían que subiera más rápido. Paso el primer piso intentando no bajar su velocidad. El segundo piso no estuvo tan cansado y en el tercero casi resbala, pero se limito a subir el cuarto para por fin llegar a su quinto piso. -Uff... Por... Fin- expulso el aire retenido en sus pulmones y se aproximo a su Apartamento 12. Saco una llave de su bolsillo mojado y abrió la puerta rápidamente. -No puede ser!-

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Misty rió fuertemente mientras pasaba una escena graciosa en la televisión. Su líquido negro descansaba al costado de su pie izquierdo y su cabello pelirrojo caía sobre su cara graciosamente mientras sus delgadas manos guardaban sus labios intentando que su escandalosa risa desapareciera. El programa que estaba sintonizando estaba en su mejor parte, los cortes se lucían mientras la trama avanzaba hasta su mejor punto. El sonido del siembre arruino su programa. Rió un poco mas antes de aproximarse a la puerta y asomo su cabeza para verificar que el programa seguía en curso. Espero un poco mas antes de que el cuarto timbre sonara -Si?- abrió la puerta bruscamente intentado guardar tiempo para su programa

-OH disculpa que te moleste, pero creo que tienes una tienda de mascotas-

La pelirroja hacia caso omiso, continuaba asomándose para seguir el programa de televisión que no amenazaba con comerciales -Lo ciento pero no es verdad! ahora estoy haciendo algo...- Desvió la mirada del televisor y clavo sus ojos verdes en el sujeto que la había interrumpido

-Vaya! entonces te pido una disculpa-

-Espera!- Tomo su hombro y se percato que estaba demasiado húmedo. No quería parecer una mala vecina. Repasaba las palabras de su primera carta "Odio Necesitarte!" -Tengo un Acuario y amo a los animales!... Dime que paso?-

-Tengo un Hámster y esta muy mal... Deje una de las ventanas abiertas y... creo que....- La tristeza inundo el rostro varonil del joven moreno. Se notaba el amor que le tenia a su preciada mascota. Sus puños cerrados garantizaban una completa rabia hacia el mismo.

-Y que hacemos aquí?... ¿Donde esta la pequeña rata?-

-Es un Hámster-

-Bueno pero... Son parientes ¿No?-

El semblante duro de su vecino cambio un poco moldeando una pequeña sonrisa en su cara. -Puedes repetirme tu nombre-

-Soy Ash... Ash Ketchum-

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