2/12/07

5-12 (VII)



Cap. VII


El día comenzaba de nuevo, el sol brillaba y el tráfico se apoderaba de la avenida mas poblada de la ciudad. Nadie descansaba, el domingo era como un día normal para todas aquellas personas preocupadas por conseguir mas cosas materiales. El dinero era el aire que ellos respiraban, las monedas la comida que devoraban y el oro el postre que disfrutaban. Todo era un caos, su "Acuario" pasaba por un momento desolado, la mayoría del tiempo los curiosos lo llenaban, pero paresia que los interesados en la vida marina se habían artado y eso no era un buen indicio para el negocio. -Te lo digo Sakura, Hoy nadie vendrá- musito la pelirroja harta de esperar a sus clientes

-Los coleccionistas siempre llegan de imprevisto, además debemos comprar mas comida para los peces y limpiar las peceras-

-Tenemos suficiente dinero para eso y más, no entiendo porque tratas de conseguir mas compras si tenemos todo lo que necesitamos bien administrado-

-Tu asunto legal nos quitara una buena parte de nuestras ganancias y yo no quiero dejar mis lujos... Sabes-

-Entonces debo pensar que te tengo Muy mal acostumbrada-

-Así es! tu tienes la culpa-

Las peleas entre las dos chichas se habían vuelto usuales. El problema legal que Misty atravesaba era el principal tema de discusión. Los honorarios del abogado que hasta ahora no había dado una cuota inicial ponían de nervios a la chica de cabello rosado. Administrar era su trabajo y no podía permitirse retener todo el capital que pudiera entrar en ese día. Cruzo sus brazos fastidiada del poco interés que su amiga pelirroja ponía en el negocio que se encargaba de sustentar los gastos de ambas -Esta bien- susurro con tono irritante su delgada amiga -Esperaremos a que alguien venga-

-No tienes que hacerlo. Yo me encargare de eso. Si lo deseas puedes irte a divertir con algunos de tus muñecos -

-Esa es una buena idea... Pero con lo que paso con Brock, mis ganas de salir de han agotado-

-Entonces tendré que soportarte todo el día?-

-Como siempre- Una campana sonó tras el último comentario de la pelirroja. La puerta del recibidor se abrió permitiendo observar de un modo mas cómodo a la persona que entraba tambaleando sus caderas de un lado para otro

Sakura se aproximo a recibir con una gran sonrisa la nueva clienta que miraba asombrada el lugar -Buenos días Señorita-

La chica se mostró altiva. Sus lentes negros impedían describir la expresión de su rostro, pero su corta cabellera dorada y su piel rosada hacían que su expresión corporal añadiera un toque de elegancia a sus gestos -Buenos días- se aproximo a la primer pecera del recibidor y bajo sus lentes para mirar mejor a los hermosos caballitos de mar que nadaban despreocupados en su lugar -Que son estas cosas?-

Misty se estremeció al escuchar la poca conciencia marina de la rubia creída -Esos son unos Hippocampus aimei, es una hermosa especie de caballos de aguas dulces, sobreviven en ríos y son de una especie muy rara- explico mientras se acercaba hacia el lugar donde la nueva "Clienta" y su vieja amiga se encontraban

-Son horribles, parecen pequeños gusanos- la rubia volvió sus lentes y acomodo su pequeña minifalda tras dirigirse a los grandes estanques que adornaban la fachada interna del Acuario

La dueña del lugar parpadeo varias veces antes de comprender el grave insulto que su clienta le había causado a su persona -Disculpa?- pregunto con furia antes de seguirle el paso

-Donde están las tortugas?-

Pensamientos horribles inundaron la cabeza naranja de Misty. Esa chica se estaba pasando, nadie podía insultar a sus hermosos animales marinos. La vida para ella debía ser fácil, ese peinado a la moda y ese escote pronunciado, debían solucionar todos sus problemas. Pero en su acuario su vida no seria tan suave y fácil -Puedes retirarte de mi local- Los ojos de Sakura la miraron con gran sorpresa.

-Que dices- pregunto la Peli-Rosa mientras corría para calmar a su amiga -No puedes correr a la única clienta-

-Ella no es una clienta Sakura!.. Es una chica loca que quiere matar una vida marina. Ni si quiera sabe las especies de los Caballos de Mar. Imaginate como tratara a los demás-

-Puedo venderle algo, solo... debes calmarte-

-No le venderé ni un Pez Dorado ¡ENTIENDES!-Misty dijo su ultima palabra y se dirigió con los puños cerrados hacia el lugar donde la Rubia depositaba sus ojos -Oye tu-

-Comprare solo dos peces dorados. Aceptan efectivo?-

-Si- La voz de Sakura se aproximo antes de que Misty produjera una respuesta negativa. -Pasa por acá-

Las voces de las dos chicas se hicieron menos potentes. Misty solo podía quedarse allí parada escuchando los comentarios tontos que la Rubia desprendía de sus labios rojos que no paraban de abrirse -Quisiera que un pez dorado tuviera el color Amarillo mas brillante que el otro- Cerro sus puños para dispersar la imagen de los lindos peces nadando bocabajo en la pequeña pecera de cristal que Sakura sacaba del almacén y miro por ultima vez a sus hermosos peces. Los cuales parecían suplicarle por sus pequeñas vidas.

-Adiós- musito en un susurro mientras movía su delgada muñeca de un lado para otro. El dolor de perder a sus lindos animales era más grande que nada.

-Vuelve pronto- se escucho la voz de Sakura despidiendo a la rubia que cargaba feliz la pecera. Misty la miro de pies a cabeza tratando de guardar aquella imagen en su cabeza "Alguien nuevo ocupaba el renglón principal de su lista negra"

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