22/9/07

5-12(IV)



Cap. IV

El ruido del agua caer inundo por completo su cuarto de baño, las paredes blancas y los azulejos que decoraban el lugar, reflejaban un ambiente demasiado agradable y hogareño. Misty se encontraba frente al espejo su día de trabajo no había terminado muy bien, los clientes cada vez eran mas exigentes y el negocio prosperaba demasiado rápido, eso no era un problema para su bolsillo, pero ocupaba demasiado tiempo y espacio en su vida, estaba harta de la misma rutina diaria, deseaba escapar de esa rueda que siempre giraba en la misma dirección. Mojo una toalla en el agua que se había acumulado en el lavabo y quito el maquillaje de su rostro con mucha delicadeza, intentando no lastimar su piel. El polvo de sus mejillas desapareció y el rimel de sus pestañas se evaporo con forme su labial se combinaba con la tela de la toalla húmeda. Mojo su rostro al terminar con su maquillaje y miro su reflejo en el espejo, su cambio era radical, el maquillaje cubría al cien por ciento sus rasgos inmaduros... su rostro era como el de una adolescente, tan suave... terso... delicado y juvenil... lo que el maquillaje escondía para hacerla ver como alguien mayor y fuerte. Limpio un poco el paño del espejo para mirarse mejor y descubrió que seguía siendo demasiado joven.

El sonido del timbre la hizo volver en si, seco su rostro y salio de su cuarto de baño. Rogaba por que no fuera algo importante, lo único que deseaba en ese momento era descansar de su ardua jornada de trabajo y relajarse con un buen libro o una simple película. Camino hacia la puerta principal y giro la perilla fastidiada de la interrupción que la persona del otro lado había propiciado en su ambiente

-Hola! Misty- saludo el chico que se encargaba del mantenimiento de todos los apartamentos. Su cabello rubio sobresalía entre su gorra azul y su uniforme de técnico cubría la mayoría de su vestimenta

-SAM! estaba... haciendo algo importante ¿No puede ser otro día?- su mirada se clavo en él, sabia que todos sus planes de relajación y descanso estaban rotos, no toleraba la insistencia de aquel muchacho, simplemente era un adolescente tras una chica mayor. Coloco una de sus manos en su desnuda cintura y recargo su peso en la puerta intentando calmar su cansancio.

-Lo que pasa es que un extraño hombre pregunta por ti-

-Un hombre? dices...- escucho atenta la excusa que el adolescente le daba. Por su cabeza pasaban los miles de hombres que podrían salir con ella en se momento. Olvido que su rostro estaba completamente desnudo y cerro la puerta tras de si

-Espera Misty!-

Recorrió ansiosa el pasillo pensando en el bello hombre que la esperaba. No todos los días un chico guapo se atrevía a visitarla, la mayoría de las veces lo único que ellos deseaban de ella era "solo una noche" y después se olvidaban de la grandiosa velada que les propicionaba. Apretó el botón del ascensor y espero paciente a que las puertas metálicas se abrieran. Su silueta se reflejaba en aquel metal gris, ya no le importaba el dolor de cuello o talones, lo único que esperaba en ese instante era la diversión que podría conseguir para esta noche. El elevador se abrió mostrándose vació y solo, la mayoría de los vecinos se encontraban comiendo o trabajando, la tarde apenas caía y el día todavía no acababa. Subió y apretó el botón de PB para bajar hasta el último piso. Las puertas se cerraron y la extraña sensación en su estomago se hizo presente, cada día era igual, el elevador le causaba esa extraña sensación en su estomago, como si cayera al vació cuando bajaba por ese aparato.

El timbre del ascensor sonó permitiéndole percatarse de que había llegado a su destino. Peino su cabello antes de que las puertas metálicas se abrieran y acomodo su corta blusa de tirantes. Las puertas se abrieron para dar paso a la planta baja, el lugar estaba exactamente igual que las veces anteriores... las mismas plantas... la misma decoración... y la misma puerta de calle. Se mostró seductora y camino lentamente fuera del ascensor. Peino su cabello con cautela y movió su cuello tratando de verse lo mas sexy posible -Misty Waterflower?- una voz débil y cortante se escucho a su costado, haciendo que su actuación se estropeara completamente.

-Así es- contesto cortante y firme, tragando el coraje que inundaba su garganta. Miro a la persona que arruino su seductora actuación y suspiro al ver a un simple anciano -Disculpe pero alguien me espera- sonrió hipócritamente y continuo con su caminar pausado y corto

-Debo interpretar esto como una falta de respeto?-

-¿Que dice?-

-Soy yo quien la espera-

Sus carcajadas no se hicieron esperar, sabia que su vida amorosa no estaba muy bien desde su ultimo novio, pero no estaba tan urgida como para aceptar la invitación de un hombre mayor -Ah! si?- mordió su labio inferior y camino hacia el anciano de pelo banco. Examino su vestimenta y se recargo en la pared de su costado -Vaya! los hombres con trajes inundan el planeta...-

-Señorita! ese comentario estuvo completamente fuera de lugar. Ruego por que Usted muestre un poco de respeto hacia mi persona. Yo soy un abogado con muchos años de experiencia y nunca en mi vida me habían insultado...- El hombre siguió hablando hasta ya no poder mas. Misty se mostraba normal, fingiendo un total interés, el cual no existía en ese momento. -Y por eso necesito hablar con usted!-

-Dijo abogado?-

-Así es! Mi nombre es Samuel Oak y soy un Abogado-

-Lo ciento pero ya tengo uno, no necesito de sus servicios- Camino de vuelta al elevador tratando de no parecer irrespetuosa a los ojos de aquel "gran abogado" y apretó con fuerza el botón para llamar al ascensor

-No vine aquí para ofrecer mis servicios- La voz débil sonó de nuevo tras su espalda, aquel hombre era demasiado persistente, y su tono desafiante no ayudaba mucho con la combinación agria de su rostro arrugado -Vine aquí para saber si este caso valdría la pena pero veo que no es así, Señorita Waterflower usted quedara en la calle rápidamente-

-Que dice!-

-Yo soy el Abogado de sus hermanas-

Misty se congelo por un momento, no podía creer que la venganza de su hermana llegara tan lejos. Sakura se lo había advertido por ello la convenció de contratar al abogado Ketchum, pero todo aquello estaba saliéndose de control. Aparto su vista del anciano y volvió a apretar el botón del ascensor -Bien si es lo único que usted iba a decirme, ahora me voy- el ascensor se abrió pero ya no se mostraba vació, un hombre moreno y de cabello negro la miraba sorprendido

-Hola- saludo el chico del 5-12 antes de bajar del ascensor. Él era demasiado atractivo, no estaba vestido formalmente pero su cuerpo masculino estaba esplendido.

- Ha...Ho..Hola!- tartamudeo en un intento de saludarlo cordialmente. No sabia porque razón pero aquel chico la hacia temblar con su sola presencia.

Ash por su parte, sonreía y disfrutaba la pequeña timidez que se escapaba de Misty. Estaba totalmente cambiada. Paresia una adolescente asustada o nerviosa y eso hacia que brotaran de él sentimientos muy extraños.-Ash Ketchum!- la voz del anciano llamo su atención. Se sorprendió al verlo y camino directamente hacia él

-Abogado Oak, se supone que debería estar en uno de esos casos difíciles?-

-Así es, pensé que este caso me traería acción, pero veo que no es lo que esperaba-

-Aquí se refiere?-

-Se suponía que esa chica- con su dedo apunto a la pelirroja que seguía fuera del elevador mirando sorprendida la platica entre ellos -Me debería de dar batalla con el asunto legal del "Acuario Celeste", pero ni si quiera ha dado el primer golpe-

-Y porque piensa que eso-

-Su abogado no se ha presentado aun con migo y eso es una gravísima falta de respeto-

-Oh ya veo! entones...- Ash extendió su mano y sonrió levemente intentando parecer cordial y respetuoso -Soy Ash Ketchum! abogado de la señorita Misty Waterflower-

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